El día de hoy – 5 de diciembre – se celebra el Día Mundial del Suelo, establecido por la Organización de las Naciones Unidas. Este acto es memorable, ya que a nivel internacional permite reconocer el SUELO como un recurso esencial que hace posible la vida. La conservación del suelo está en nuestras manos.
¿Conoces todos sus beneficios? ¿Has observado el suelo que esta bajo nuestros pies? Para conocer qué onda con la Tierra, aquí te compartimos estos materiales:
Compartimos esta nota del Wiken de Reporte Índigo sobre el Huerto de los Leones. Un espacio comunitario donde se involucran vecinos y personas interesadas en la producción de alimento y la concienca holística.
Entre la construcción de la nueva línea del metro y el caos vehicular de las estrechas calles del Barrio Antiguo se abre paso un área verde para cosechar alimentos y convivir con los vecinos, el Huerto de los Leones.
La bióloga Isis Olivares y la arquitecta Coral Fernández son parte del proyecto, con el que se pretende concientizar sobre el medio ambiente y crear hábitos sostenibles.
El huerto urbano fue inaugurado el mes pasado y comenzó con la iniciativa de Mariaelena Núñez y su papá, vecinos de esta antigua casa. Por su fachada y construcción de sillar, además de que se cree que ahí pasó un tiempo el famoso padre Raymundo Jardón, la construcción es ahora protegida por el INAH.
Dos leones de piedra se asoman por las ventanas del lugar, cuyo terreno es abarcado por grandes árboles y su sombra. Alrededor de estos se encuentran las macetas y rejillas, donde comienzan a crecer tomate, chile morrón, lechuga, papaya, melón, calabacita y maíz.
“Lo que queríamos era un espacio que no tenía uso, porque este estaba abandonado, para que sirva de convivencia de los vecinos y que de aquí surjan otros proyectos”, platica Isis.
“Inicia como una idea de huerto porque hay intereses sobre esos temas y porque queremos que las personas vengan y pasen un rato agradable, pero que en algún punto sea alimentario. En un futuro podría llegar a ser productivo también”.
La joven bióloga, graduada de la UANL y parte del colectivo regio La Bola, también coordina un huerto en Juárez, Nuevo León, en centros educativos y una casa hogar. Combina el trabajo comunitario y la educación ambiental porque afirma que es la mejor manera de cumplir objetivos como los de esta iniciativa.
“La agroecología o agricultura es una herramienta con la que las personas pueden observar cómo es que interactúan los diferentes factores que integran el medio ambiente.
“Al cuidar una planta ves cómo está relacionado el suelo con éstas, las plantas con los animales, cómo influye el clima, el agua. Con una sola actividad, que es el sembrar, te das cuenta cómo estamos todos relacionados y que nosotros formamos parte de esa cadena”.
Isis tiene en su propia casa acelgas, repollo, chile y calabazas, aunque dice que al formar parte de tantos huertos también cosecha en estos.
“Conectarte con la tierra te concientiza porque el mundo está creado para que nosotros nunca toquemos el suelo. Siempre estamos caminando sobre calles cubiertas por cemento, vamos a un parque y caminamos por un sendero en vez de caminar por el pasto o la tierra. El hecho de tocar la tierra te concientiza porque la observas y ves que está conformada por minerales, bichitos, un montón de vida”, asegura.
Las pequeñas plantas del Huerto de los Leones hoy crecen lado a lado de dos imponentes árboles pero, de seguir en pie con el proyecto, en unos años pudieran ganarse protagonismo al ser educativas, además de redituables.
Dirección: Morelos 1072, entre Mina y Naranjo, Barrio Antiguo, Monterrey
Horario al público: juev y dom de 5 a 7 pm; vier y sáb de 10 am a 12 pm y de 5 a 7 pm
Tel: 8342-1964 y (044-81)-1041-6126. Facebook
¿Cómo inscribirte?
• Para registrarte en “Agricultores del Barrio” y aprender cómo hacer un huerto de hortalizas orgánicas necesitas pagar una cuota mensual de 250 pesos. Un trueque es posible aunque solo cubriría el 30 por ciento. Éste puede hacerse con semillas orgánicas, herramientas y materiales para el huerto.
• La membresía incluye, entre otros, un espacio para sembrar, entrada a los cursos de cultivo bio-intensivo, alimentación sana y bio-construcción, y un porcentaje de ganancia en caso de vender los excedentes.
• Los agricultores se comprometen a participar mínimo con dos horas a la semana durante los seis meses de desarrollo y ejecución del huerto en construcción, compostaje y demás.
• El curso de cultivos bio-intensivos es de seis sesiones y se realiza los fines de semana. Los talleres además están abiertos al público general.
La cosecha…
• El grupo de Agricultores del Barrio está formado actualmente por 22 personas de todo tipo de profesiones y se encuentra abierto al público. Entre sus propuestas se encuentran tener ensayos musicales en el huerto –también para beneficio de las plantas- y proyecciones de películas.
• Actualmente se ofrecen talleres de composta, bioconstrucción y nutrición del suelo.
• Reciben material como cartones de huevo, macetas, tierra, semillas, rejillas y costales.
• Planean sembrar milpa, una asociación de cultivos de maíz, frijol y calabaza. Esta era común en todo México porque el frijol le da nutrientes al suelo y se sube por el maíz, mientras que la calabaza cubre todo el suelo y ayuda a guardar humedad.
• Más adelante tendrán una tienda con productos, una fuente para aprovechar la noria de la casa, plantas medicinales para promover su uso, entre otras cosas.
Regreso a clases. Crear un huerto, elaborar composta o cuidar un jardín involucra a los niños con el medio ambiente
Por: KarenLópez
Nota de elnorte.com Imágenes Colectivo La Bol
Los niños son como plantas que absorben el conocimiento. Por eso, esta etapa es ideal para fomentarles la conciencia ecológica y que se vinculen con la naturaleza para mejorar a su comunidad.
Al crear un huerto, una composta, mantener un jardín o incluso aprender a separar y recolectar los tipos de basura, los pequeños se involucran en un aprendizaje a través de la experiencia, además de que toman cursos prácticos de ciencia, biodiversidad y civilidad.
El colectivo regio La Bola, quien buscan activar la participación ciudadana para crear una comunidad de vida sostenible, realiza talleres, intervenciones temporales y permanentes en espacios públicos y escuelas para crear herramientas que propicien un mejor entorno.
Entre estas herramientas están distintas ecotecnias, como los jardines verticales, el jardín en espiral de plantas aromáticas o los jardines polinizadores, que generan un impacto en los niños y las comunidades.
“Algo que brinda la creación de un huerto o un compostero es que son actividades que generan un aprendizaje significativo. Utilizamos el huerto o diferentes ecotecnias para enseñar, pero la intervención se queda en el espacio, ayuda a que se vuelva a dignificar el espacio”, menciona Paulina Alvarado, presidenta de La Bola.
“No es solamente aprender a hacer el huerto, sino que me sirve para relacionarlo a otros temas, como los insectos, la diversidad, la comida sana, los componentes del suelo, la vida, los microsistemas y microorganismos, la separación de residuos”.
A través de intervenciones en escuelas como el Centro Educativo Tonallí o el Cendi No. 2, el colectivo ha logrado un cambio permanente en los espacios, generando más áreas verdes, y también ha impactado a la comunidad al involucrar a padres, maestros y alumnos, y sembrar la conciencia ecológica en niños.”Entre más chicos, más grande es la curiosidad; entre más pequeño, más tiempo tienes de descubrir. Aunque la edad no importa, de adultos nos cuesta cambiar ese chip, por la cultura con la que crecimos, ser responsables con nuestro consumo”, comenta Alvarado.
Composta en 5 pasos
La composta es un abono natural indispensable para mejorar las condiciones de la tierra, que se forma con desechos orgánicos. Al mismo tiempo que devuelve los nutrientes al suelo para mejores cosechas, ayuda a reducir la producción de basura. Aprende a prepararla.
1 Cubre un huacal o rejilla con un costal y pon una primera capa de tierra o de hojas secas. Puedes usar cualquier bote o caja, sólo asegúrate de que el agua pueda drenarse (como cualquier maceta).
2 Coloca ahí los desechos orgánicos: desechos vegetales (frutas, verduras, granos), té, café, servilletas o papel sin tinta, cascarón de huevo o plantas cortadas que aún estén verdes. No utilices restos de carne, pollo, pescado, (tampoco los huesos) porque esto atrae a otros animales, como ratas.
3 Cubre los desechos vegetales con una capa de hojas secas. Este elemento proporcionará carbono a tu composta, esencial para que la composta funcione. Es válido agregar también el aserrín, cartón (sin tinta), papel reciclado (sin tinta) o hierbas secas.
4 Agrega una ligera capa de tierra. Lo importante es que los desechos vegetales queden muy bien cubiertos para evitar atraer a moscos y animales.
5 Por último, es necesario regar tu composta y siempre mantenerla húmeda. Al final debes taparla con un plástico, un costal o lo que tengas a la mano y dejarla en la sombra. Después de unos dos meses ¡tu composta estará lista!