¿Qué es la Lúdica para la Vida?

En los próximos días tendremos la visita de Mercedes González en la ciudad de Monterrey. Y facilitará el Taller de Lúdica para Vida este 23 y 24 de noviembre 2016. 

Aprovechamos este espacio para compartirles más información sobre lo que significa la Lúdica para la vida y el desarrollo. Aquí publicamos un fragmento escrito por Mercedes González. El texto completo se entregará a los participantes del taller.  ¡Que lo disfruten! ¡A jugar!

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Fragmento de “La lúdica para la vida y el desarrollo”

Autora: Mercedes González, miembro del Colectivo Relajonic (Nicaragua)
Facebook / Jugarte Mercedes González
No es posible ignorar el juego.
Casi todo lo abstracto se puede negar:
derecho, belleza, verdad, bondad, espíritu, Dios.
Lo serio se puede negar; el juego, no.
-Johan Huizinga

Qué es la Lúdica para la vida

La lúdica para la vida es una propuesta metodológica nicaragüense (1) que invita a transformar-nos y desarrollar-nos en lo personal y en lo social a través del juego, y contempla los ámbitos de lo individual y lo colectivo, lo psicosocial, lo cultural y lo político. Se concreta en una secuencia de acciones lúdicas (juego, teatro, performance, danza, arte, poesía, etc.) en una lógica de acción-reflexión-nuevas informaciones-acción creativa para la transformación de la realidad. Estas acciones ponen en primer plano el cuerpo, las subjetividades y las potencialidades, e invitan a hacer una lectura —y por tanto, una toma de consciencia— de la realidad, donde lo íntimo-privado (personal-familiar) está también conectado con lo público-social, es decir, con los contextos sociales, culturales, políticos y económicos, en términos de reciprocidad e interdependencia.

Es una propuesta inspirada en dos experiencias del contexto de Nicaragua: la primera en las prácticas de educación popular en los años 80, que a su vez se fundamenta en la pedagogía del educador y filósofo brasileño Paulo Freire (2), quien plantea la educación como un acto de amor donde la praxis, la reflexión y la acción de los seres humanos sobre el mundo confluyen para transformarlo. La segunda, en las prácticas con poblaciones en situación de pobreza y/o post trauma a raíz de desastres naturales y episodios de violencia social. Como metodología está orientada a facilitar procesos de desarrollo personal, psicosocial, cultural y político para co-evolucionar en colectivo, en el ámbito escolar, comunitario, institucional, etc. Y no se basta a sí misma, sino que funciona en complementariedad con otras formas de acción e intervención comunitaria. Está comprometida con los derechos humanos, y se nutre asimismo de la psicología social, la pedagogía de la ternura y la neuropedagogía.

Como sistema de acciones, su punto de apoyo son la alegría y las fortalezas de las personas, con el fin de que reconozcan afectiva y racionalmente sus identidades, necesidades y potencialidades individuales y colectivas en una lógica de complementariedad. Permite a su vez que los sujetos sociales —a base de jugar con el cuerpo, las emociones, la alegría, las espiritualidades, la historia, las vivencias personales y colectivas— reflexionen y se aventuren a nuevas formas de ejercer el poder individual y colectivo. De esta manera despierta los poderes internos y colectivos, y mediante el jugar y la reflexión sobre lo jugado se relacionan los poderes micros con los macros.

Esta propuesta metodológica ha sido impulsada por Mercedes González, de Nicaragua, desde los años noventa, y se ha enriquecido con los aportes emanados de la práctica de la Red Latinoamericana de Juego de Nicaragua (ReLaJo-Nicaragua) desde 2006.

Los pasos metodológicos de la lúdica para la vida

El primer momento propone la vivencia lúdica en lógica de investigación desde la vivencia misma para que colectivamente se reconozca la realidad íntima del cuerpo integrado (mente-cuerpo-espíritu) como actor principal, en relación con el propio ser y con otros seres. La idea principal en este momento es jugar para sentir, investigar para “darnos cuenta”. El juego opera como un detonador para redescubrir el cuerpo, las relaciones, las barreras, las posibilidades creando un caos desestructurador que pone a la persona en una zona emocional donde puede transgredir límites, ubicarse en “otro lugar”, unir lo real con la fantasía, la magia con el placer y así desatar la actitud creativa.

Un segundo momento es la reflexión mediante el diálogo, donde las personas comparten lo que sintieron y la relación que encuentran entre su sentir y el reconocimiento de límites, barreras y potencialidades, tanto individuales como sociales. Se reflexiona sobre lo vivido para tomar consciencia de la realidad íntima-personal, colectiva-pública. Las preguntas claves para esta reflexión son: ¿Qué sentiste? ¿De qué te has dado cuenta acerca de la realidad individual o colectiva? ¿Qué preguntas te genera esa vivencia? ¿Qué se despertó en ti? ¿Con qué tema conectas esta vivencia?

En un tercer momento se invita a teorizar y a construir saberes mediante diferentes técnicas. El grupo “teje” sus saberes, los sistematiza, y paralelamente se nutre de los aportes de autores reconocidos en la materia. De este modo se generan nuevos aprendizajes que se comunican mediante formatos lúdico-estéticos (juegos, danza, instalación, teatralización, etc.)

El cuarto momento es la nueva acción creativa para la transformación individual y colectiva, donde se generan propuestas para la transformación social y personal creadas en colectividad a la luz del proceso vivido y desde lo que han descubierto en la vivencia.

Los cuatro momentos operan en una lógica sistémica, integrada, interdependiente y complementaria. La persona facilitadora entrelaza y dosifica cada uno de estos momentos creando un tejido de vivencias lúdicas que combina todos los recursos posibles (juego, danza, teatro, poesía, arte, ritualidad, etc.) según las necesidades y aspiraciones de su grupo meta.

¿Cuál es el objetivo de trabajar con esta metodología?

Reconocernos como seres humanas y humanos con potencial para vivir con plenitud y con capacidad para activar nuestros poderes (empoderamiento) y transformar la realidad.

Recuperar la capacidad de relacionarnos asertivamente con nosotros mismos (as), con los y las demás y con el medio.

Desplegar desde la alegría, la risa y el contacto lúdico, la capacidad de reflexionar, sugerir, decidir y crear soluciones creativas a nuestras necesidades individuales y colectivas.

Motivar a la participación activa de las personas para el ejercicio de una ciudadanía viva, crítica y propositiva.

Referencias:

(1) González, Mercedes (2006). Lúdica para la vida. Folleto de uso interno para capacitaciones (enriquecido con los aportes de los y las integrantes de la Red Latinoamericana de Juego de Nicaragua (ReLaJo).
(2) Freire, Paulo (1975). Pedagogía del Oprimido. Siglo XXI España.

Publicado por LA BOLA, CULTURA REBOTANDO, A. C.

Educación y Cultura para la Sostenibilidad

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